[En català: El CIE mata]
La rabia y la indignación por la muerte de un joven de 21 años en el CIE de Barcelona la noche de reyes de 2012 nos impulsó a crear Tanquem els CIE. Pasan los años y la opacidad persiste. Aún no sabemos porqué murió Idrissa, porqué su cuerpo fue retenido durante 6 meses, porqué nadie contactó oficialmente con su familia para comunicarle su muerte. Porqué tanto silencio.
No podemos poner nombre y rostro a los miles de personas que mueren atravesando fronteras marítimas o terrestres durante su tránsito migratorio, fruto de la necropolítica europea. Intentamos, al menos, romper con el olvido de aquellas que han muerto bajo la custodia del Estado mientras estaban retenidas en un centro de internamiento de extranjeros o durante el proceso de deportación. Muertes rodeadas de opacidad.
Contra el silencio, contra la desmemoria, creemos importante recordar una a una las personas que han muerto en los CIE o en deportación en el Estado español.
2002. D.M., hombre georgiano de 25 años "con problemas de ansiedad" se suicida en el CIE de Málaga, a la espera de su repatriación. Le encontraron muerto en un módulo del recinto, suspendido del cuello y con una sábana atada a la reja de acceso, a las 23h de la noche del 9.07.2002. Se le había denegado la solicitud de asilo, presentada 5 días antes, y había sido trasladado la semana anterior a un centro hospitalario al sufrir crisis de ansiedad.
2005. Hombre colombiano de 40 años se suicida en el CIE de Málaga ahorcándose con las sábanas.
2006. Ciudadano gambiano de 20 años fallece por tuberculosis en el CIE de Hoya Fría, en Santa Cruz de Tenerife.
2006. Ciudadano gambiano de 20 años fallece por tuberculosis en el CIE de Hoya Fría, en Santa Cruz de Tenerife.
2007. Osamuyi Aikpithanyi, hombre nigeriano de 23 años que murió durante su deportación en el avión de Iberia Madrid-Lagos el 9.06.2007. Estaba atado de pies y manos, y murió asfixiado por la cinta adhesiva con la que los policías nacionales que le “custodiaban” le taparon la boca y la nariz. Tras el juicio los agentes fueron condenados con una multa de 600€. Fue tras la muerte de Aikpithanhi cuando se redactó el protocolo español para las deportaciones, donde en los artículos 4.3.9 y 5.2.6 se recuerda que “en ningún caso la aplicación de las medidas coercitivas podrá comprometer las funciones vitales del repatriado”.
2008. Un hombre de 47 años y nacionalidad nigeriana murió en el CIE de Valencia el 31.08.08. La opacidad en torno a este centro impidió saber más detalles.
2009. Jonathan Sizalima, joven ecuatoriano de 20 años que apareció ahorcado en extrañas circunstancias en su celda el 18.06.2009 en un calabozo de extranjería en Barcelona. El día anterior había sido arrestado para iniciar su expediente de expulsión. Su cuerpo fue encontrado por un agente que fue a buscarlo al calabozo para entregarle la orden de expulsión y ponerlo en libertad. Su familia no reconoce como suya la camiseta con la que se ahorcó.
2009. Un hombre de nacionalidad georgiana que estaba internado en el CIE de Valencia falleció en el Hospital General de Valencia, supuestamente por causas naturales el 19.02.2009. La opacidad en torno a este centro impidió saber más detalles.
2010. Mohamed Abagui, hombre marroquí de 22 años que vivía en Sabadell, fue hallado muerto en el CIE de Barcelona el 13.05.2010. Los testigos afirmaban que estaba en aislamiento. Los familiares que lo visitaban habían reclamado tratamiento para Abagui por su estado físico y psicológico.
2010. A.B., hombre de 55 años y origen marroquí, murió a las puertas de CIE de Zapadores, en Valencia el 16.10.2010. Según el Informe 2010 de la Coordinadora para la Prevención y Denuncia de la Tortura “A.B. de 55 años y origen marroquí, falleció en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Zapadores (Valencia), a donde fue conducido después de ser reconocido en el Centro de Salud de la Fuente de San Luis —los facultativos dijeron no haber encontrado nada anómalo—. A.B. no llegó a ingresar en los calabozos del centro, cayendo desplomado al acceder a la Inspección central de guardia de Zapadores".
2011. Samba Martine, mujer de 34 años de la República Democrática del Congo, madre de una niña de 9 años, murió en el CIE de Madrid el 19.12.11 tras agonizar durante días, quejándose de fuertes dolores y parálisis y tras acudir, con ayuda de sus compañeras internas, hasta 10 veces a los servicios sanitarios del CIE (solo una de ellas tuvo intérprete). Murió tras 3 meses en el CETI de Melilla y 38 días en el CIE de Madrid sin tratamiento de una posible infección derivada del VIH.
2012. Idrissa Diallo, joven de 21 años de Guinea Conakry que murió la madrugada del 5 al 6.1.2012 en el CIE de Barcelona. Los internos aseguraron que Diallo pedía atención médica desde la tarde, pero los agentes no solicitaron atención médica hasta pasada la medianoche, y murió por un paro cardíaco. Su muerte semanas después de la de Samba Martine impulsó la creación de Tanquem els CIE.
2013. Aramis Manukyan (Alik), hombre armenio de 32 años y padre de una niña de 7, se suicidó en una celda de aislamiento del CIE de Barcelona el 3.12.13. Los testigos del caso, que denunciaban que Aramis fue agredido horas antes por la policía, fueron deportados antes de poder declarar.
2017. Mohamed Bouderbala, hombre argelino de 37 años muerto en extrañas circunstancias en una celda de aislamiento del CIE improvisado en Archidona, donde se abrió una prisión en construcción para internar a cientos de personas llegadas en patera. Mohamed murió tras 18h de aislamiento, el 29.12.17
2019. Marouane Abouobaida, hombre marroquí de 23 años que fue encerrado en la celda de aislamiento, supuestamente por una pelea entre internos. Una hora antes de morir alertó por escrito al director del CIE de los dolores intensos y de su malestar por las heridas de la pelea del día anterior. Se suicidó ahorcándose con una camiseta en una celda de aislamiento del CIE de Valencia el 15.07.2019, cinco días antes de cumplir los 24 años.
La Ley de Extranjería mata.
Los mecanismos de violencia y racismo institucional, sin embargo, operan también en calles y comisarías; en prisiones y hospitales. Son testimonio de ello Alpha Pam, hombre senegalés que murió de tuberculosis en Mallorca en 2013, a los 28 años, por denegación de asistencia sanitaria. O Mame Mbaye, miembro del sindicato de manteros y lateros de Madrid, quien murió en 2018 a los 34 años en una redada racista contra manteros. O Soufian Hnin, joven marroquí de 17 años, y Mamadou Barry, guineano de 18 años, ambos muertos en Melilla en 2017 en manos del sistema de desprotección de la infancia y la adolescencia.
Que la tristeza, el amor y la rabia no nos permitan normalizar nunca la muerte de ninguna persona.
Cerremos los CIE, detengamos las deportaciones, deroguemos la ley de extranjería!